💼 VÃctima o Responsable en el Trabajo
En las empresas y los equipos de trabajo, cada persona aporta no solo sus talentos, sino también su manera de relacionarse con los retos. Dos posturas marcan la diferencia: la figura de la vÃctima y la del responsable. Reconocer desde dónde actuamos abre la puerta a un liderazgo más consciente y a una cultura empresarial más sólida.
La figura de la vÃctima se caracteriza por:
Culpa a los demás.
Quiere tener la razón y le cuesta abrirse a otras posibilidades.
Se toma las cosas de manera personal sin diferenciar el contexto.
Se ponen los ojos en los problemas más que en las soluciones.
Surgen quejas constantes, suposiciones o juicios que desgastan la comunicación.
Cuando predomina la vÃctima en los equipos…
Aparecen sÃntomas y señales claras, como:
Equipos desmotivados, sin iniciativa y un desgaste en la confianza para lograr resultados.
LÃderes agotados que no logran asumir sus decisiones.
Proyectos que se retrasan porque nadie se hace cargo.Â
Reunionitis: Exceso de reuniones para buscar soluciones poco efectivas y ralentiza el crecimiento de la empresa.
Equipos enredados en conflictos internos.
Esta postura no surge de la nada: muchas veces está influenciada por creencias limitantes o incluso por heridas emocionales que funcionan como un mecanismo de protección. Sin darnos cuenta, nos mantenemos en la queja o en la culpa como una forma de evitar el dolor, aunque esto frena la colaboración y debilita la confianza dentro de los equipos.
De ahà la importancia de trabajar y sanar aquello que nos sostiene en esta postura, para poder dar el paso hacia una responsabilidad más consciente y transformadora.
La figura del responsable en cambio, asume el yo:
Yo dije, yo hice, yo no hice, yo no dije.
Reconoce su papel dentro del equipo.
Busca preguntar en lugar de suponer para no llevarlo al plano personal.Â
No se descarga en lo externo.
Busca soluciones y se abre al diálogo.
Esta postura no es casualidad: muchas veces es el resultado de un proceso consciente, en el que la persona ha desarrollado herramientas de gestión emocional, la capacidad de sostener conversaciones responsables y la habilidad de generar acuerdos constructivos.
Desde esta mirada se impulsa la confianza, la conciliación y la innovación, generando cambios reales y sostenibles en la cultura organizacional.
En contraste, cuando se fortalece la postura responsable, los equipos muestran mayor proactividad, capacidad de diálogo y compromiso genuino con los resultados y el trabajo individual y en equipo.
Liderazgo personal y colectivo
Cuando cada persona identifica desde dónde está actuando, fortalece su liderazgo personal, mejora la calidad de su comunicación y transforma sus relaciones en el equipo.
La vÃctima nos muestra heridas y resistencias que necesitan atención; el responsable nos guÃa a convertir esas experiencias en aprendizajes y acciones conscientes que generan bienestar y resultados.
✨ En el mundo laboral, pasar de la vÃctima al responsable no es solo un cambio individual: es un salto colectivo hacia equipos más maduros, resilientes y productivos.
Espacios que potencian equipos conscientes
En este camino, también es clave que las organizaciones ofrezcan espacios para el crecimiento personal, la sanación y la consciencia. No basta con herramientas técnicas o cognitivas: estas se potencian cuando el trabajo nace desde el interior de cada persona.
Una empresa que cuida el desarrollo humano de sus colaboradores no solo obtiene mejores resultados, sino que también construye equipos más resilientes, creativos y comprometidos.
✨ Si en tu empresa deseas dar el paso hacia una cultura más consciente, humana y responsable, te invitamos explorar nuestro Taller para equipos: De la Queja a la Acción – Liderar desde la Responsabilidad. Haz clic aquà o contáctame.Â
Con amor, Anlly 🌷
Terapeuta HolÃstica y Coach Empresarial.