Víctima o Responsable: Dos voces en mi interior.
Todos, en distintos momentos, nos movemos entre dos figuras internas: la víctima y el responsable. Aunque la palabra “víctima” puede sonar incómoda, usarla como figura nos ayuda a comprender desde dónde actuamos en determinadas situaciones de la vida.
Muchas de nuestras respuestas están condicionadas por el inconsciente, pero cuando logramos reconocer nuestras actitudes, abrimos la posibilidad de transformarlas y crecer.
La figura de la víctima se manifiesta cuando culpamos a los demás o a nosotros mismos, cuando nos enfocamos en quejas y reclamos en lugar de soluciones. También aparece al juzgar, insistir en tener la razón, no hacernos cargo de lo que sentimos o hacemos, tomar todo de manera personal, se queda atrapada en el problema, socavando en el pasado y generando suposiciones que profundizan el conflicto. Su energía no es "mala": es un reflejo de aquello que aún necesita ser sanado.
En contraste, la figura responsable no busca culpables, sino hacerse cargo desde el yo: yo hice, yo dije, yo no hice, yo no dije. Reconoce su papel sin descargarlo en lo externo y sin culpas. Esta postura abre la puerta a buscar soluciones, conciliar, comprender que nada es completamente personal y abre caminos de solución, preguntar antes de suponer, busca comprender antes de juzgar y generar acciones que permitan cambios reales y conscientes. Este tampoco es el "bueno", es el reflejo de mi yo adulto consciente que se hace cargo de sus acciones, actitudes, su historia y su vida.
Darme cuenta de desde dónde estoy actuando frente a una situación es un gran recurso para crecer hacia mi adulto, mejorar mi comunicación, mis relaciones y, sobre todo, para vivir con más consciencia.
Mi yo víctima representa una parte herida de mí que aprendió a sobrevivir desde ahí para protegerse del dolor, fue su forma de interpretar su modo de estar en el mundo, y solo necesita de mi yo responsable escuchando con amor para que lo guíe a una vida más consciente mientras sana .
Esta fue una de las primeras herramientas que aprendí en mi proceso personal de transformación y reconocer mi parte víctima para aprender a hacerme responsable ha sido un regalo preciado, que sigo aplicando lo más posible al día de hoy, y puedo decir con amor, que hacerme responsable de mi vida y mis relaciones ha cambiado mi vida.
Escuchar y observar a la victima, en lugar de rechazarla, me permite descubrir sus enseñanzas y abrirme a una nueva relación conmigo mismo y con los demás.
Sanar no es rechazar una parte de mí, es integrar con amor.
Deseo que esta reflexión también te inspire a mirarte con amor y responsabilidad.
Con amor, Anlly 💗
Terapeuta Holística y Coach Empresarial.
🩷Tu víctima interna tiene un mensaje; tu responsable, el poder de transformarlo. ¿Lista/o para trabajar en ti? Escríbeme y descubramos su mensaje.